DECRETO
“Desde la parte de Dios que hay en mí.
Yo te bendigo mi casa querida, bendigo cada átomo de cal y arena que te componen, bendigo el techo con me amparas y a mis seres queridos a partir de este momento no cruzará por esta puerta nada que sea diferente a la armonía y perfección de Dios.
Manifestada en Amor puro, no entraran personas ni comidas desagradables, pido humilde y reverentemente a los ángeles de la llama Rosa, a todos los ángeles de la llama azul del Arcángel Miguel que vengan, vengan, vengan y envuelvan ésta mi casa querida, cada puerta y ventana para que cualquier espíritu encarnado o desencarnado que rose con éste manto de protección sagrada, sienta latir en su corazón el amor de Dios y pierda cualquier deseo de dañar la propiedad ajena.
Invito a todos los seres celestiales a entrar y formar parte de esta casa.
A partir de ahora solo entrará el bien, el éxito y la opulencia.
Gracias amados Ángeles gracias Padre que así es”